La Cuaresma
La Cuaresma Cada vez que pecamos, nos lastimamos a nosotros mismos, a otras personas y a Dios. El Sacramento de la Reconciliación (también llamado Penitencia o Confesión) nos fue dado por Cristo para ayudarnos a reconciliarnos con Cristo y su Iglesia cuando hemos cometido algún daño. A través del Sacramento, reconocemos nuestros pecados, expresamos nuestro dolor de una manera significativa, recibimos el perdón de Cristo y de su Iglesia, hacemos reparación por lo que hemos hecho y resolvemos hacerlo mejor en el futuro. Durante su vida pública, Jesús perdonó los pecados y reintegró a los pecadores a la comunidad. Este es el objetivo del Sacramento de la Confesión : perdonar los pecados y reconciliarse con la Iglesia. El Sacramento de la Penitencia y Reconciliación consta de cuatro partes: contrición, confesión, penitencia y absolución.